Hola amigos y vecinos, se nos avecinan elecciones en nuestros ayuntamientos, comunidades autónomas, en nuestro país, y también en eso que empezó siendo la Comunidad Económica Europea y ahora mismo no se sabe muy bien que es, bueno, los grandes “lobbies” lo tienen claro, su “UE particular”. Por darle un toque de humor, ya solo nos faltan elecciones en la comunidad de vecinos, el club de futbol de nuestros amores, iluminados los que han sacado el debate ahora de la Sociedad Anónima en la Gimnastica Segoviana, por si era poca la polémica ya en esta tierra con tantas elecciones, y también para elegir Obispo, perdón, esto último lo elige el Papa a dedo, como en el PP de toda la vida ha hecho con sus candidatos, y en Ciudadanos, ya sabe usted, eso que Rivera no quiere hablar en la Tv, lo de Silvia Clemente y eso que paso, creo que en media España también…
Y visto el panorama yo quiero hablarles, ya más en serio, digo con menos ironía, de dos asuntos, a mi modo de ver, claves, y que deben analizarse desde una perspectiva integradora, global y estratégica, ellos son, el Desarrollo Sostenible y la Transformación Digital.
Decía un reciente artículo de Antonio Martin, que el año 2000, los países miembros de las Naciones Unidas acordaron conseguir los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) para el año 2015. Al terminar el periodo de cumplimiento de esos ODM, el 25 de septiembre de 2015, la Asamblea General de la ONU estableció un nuevo acuerdo mundial sobre cambio climático. Tal día se produjo un acontecimiento histórico, los 193 Estados miembros de todo el mundo se comprometieron a adoptar la Agenda 2030, un programa impulsado por la ONU que forma parte del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, y que aborda 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que a su vez se disgregan en 169 metas a alcanzar.
Por tanto, la Agenda 2030 es un llamamiento a la acción global durante los siguientes 15 años. Los países que forman las Naciones Unidas se comprometieron a movilizar los medios necesarios para la implementación de los Objetivos, mediante alianzas centradas especialmente en las necesidades de los más pobres y vulnerables, y así lo acordaron, y vislumbraron los peligros. Por tanto, sin implicación de las administraciones más cercanas podría fallar, y por supuesto la población civil y su tejido asociativo.
Los siguientes objetivos y sus metas, deben ser motivo de debate y de acuerdo global, sin fisuras por parte de todos, yo sé, que, a los grandes partidos, presos de multinacionales, que poco o nada se acercan a querer cumplir estos objetivos, les resultaran incomodos, pero ahora mas que nunca, hagámoslo por nuestros hijos, y pongámonos todos de acuerdo como sociedad.
Estos son los Objetivos:
Objetivo 1.- Fin de la pobreza.
Objetivo 2.- Hambre Cero.
Objetivo 3.- Salud y Bienestar.
Objetivo 4.- Educación de calidad.
Objetivo 5.- Igualdad de Género.
Objetivo 6.- Agua limpia y saneamiento.
Objetivo 7.- Energía asequible y no contaminante.
Objetivo 8.- Trabajo decente y crecimiento económico.
Objetivo 9.- Industria innovadora e infraestructuras.
Objetivo 10.- Reducir la desigualdad entre las personas.
Objetivo 11.- Ciudades y Comunidades sostenibles.
Objetivo 12.- Producción y consumo responsables.
Objetivo 13.- Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos.
Objetivo 14.- Conservar y utilizar en forma sostenible los Océanos, los mares y recursos marinos.
Objetivo 15.- La vida de ecosistemas terrestres.
Objetivo 16.- Promover sociedades justas, pacíficas e inclusivas.
Objetivo 17.- Alianzas para lograr los objetivos.
Parafraseando de nuevo a Antonio Martín, diré que para lograr y alcanzar dichas metas supone la intervención de tres órdenes de Gobierno: La Administración Pública, nacional, autonómica y en donde cobra preponderancia la Administración Local y la vieja máxima: “Pensar en lo global y actuar en lo local”; el sector privado y la sociedad civil en su conjunto. Yo suscribo esta afirmación, y la llevaré grabada a fuego si los segovianos otorgan su confianza en mí para tal fin en el Congreso de los Diputados, como a CENTRADOS en su conjunto.
He querido anteponer el Desarrollo Sostenible, en mi artículo, al tema de moda, la Transformación Digital, porque, aunque sea el motor socio-económico en los próximos años, algo de lo que todo el mundo habla, de nada valdrá, aunque construyamos una sociedad hiperconectada, sino lo hacemos basándonos en el desarrollo sostenible.
¿De que servirá el Big Data, la Inteligencia Artificial, la Realidad Aumentada, la Ciberseguridad y el BlockChain, si vamos por el campo y vemos destrozada nuestra naturaleza y nuestro entorno, si vemos a la gente ahogarse en el mar luchando un futuro mejor, y si las calles se llenan de gente desahuciada, pasando frío y hambre?, ya se lo digo yo, solo valdrá para ver una sociedad enferma que solo mirará su móvil y su Facebook, Twitter, Instagram, etc. hasta la extinción como especie mientras compra compulsivamente y comenta por WhatsApp, si antes no se ha chocado contra alguien…
Sueño con un Big Data “Social”, una Inteligencia Artificial que mejore nuestra calidad de vida, pero para “tod@s”, está claro que serán avances que marcaran la segunda revolución digital a la que nos enfrentamos, con pasión y yo incluso diría, que con menos respeto del que se debiera. Sueño con una “Tecnología Humanizada”, llevo muchos años defendiendo esta teoría y quiero llegar al Congreso de los diputados para poner eso en la agenda de la administración pública.
Y yo me pregunto, España, Castilla y León, la Diputación de Segovia y los 209 pueblos que componen nuestra maravillosa provincia, que están haciendo al respecto, y lo más importante, ¿Hay algún resultado? Como candidato al Congreso por CENTRADOS, puedo afirmar que me encantaría llevar la voz del sentido común y explicarles a sus señorías, que Segovia y su provincia quieren una Transformación Digital, basada en un Desarrollo Sostenible, y esa será una de nuestras exigencias si somos el Diputado 176, junto a la Deuda Histórica de 1000 millones de euros, y el debate de la uniprovincialidad.
